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2 de junio de 2014

Una Historia dentro de Una Historia





UNA HISTORIA DENTRO DE LA HISTORIA


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Intro:
La realidad, sabemos, es a veces más increíble que la fantasía.
Cómo me gustaría que esto sólo fuese parte de mi imaginación.
Ella sería la primera en estar de acuerdo.
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MÓNICA


Hace unas noches charlaba con Coka sobre el futuro de mis cuentos y le confesaba que presiento que no me queda mucho por escribir respecto a Twilight. Le alegué que si no logro encontrar una idea que a mí misma me pareciera interesante como lectora, mejor ni escribía nada hasta que llegase la inspiración de nuevo. Pero le propuse en cambio que me permitiera contarles otra historia que de alguna forma está relacionada con el primer cuento que escribí. Y por eso estoy hoy aquí.

Para cuando conocí a Coka allá en el 2010 yo ya había leído -como muchas de ustedes probablemente también-, demasiados fanfics en torno a Twilight y me estaba empezando a sentir decepcionada, porque ya pocos eran coherentes o  estaban bien construidos. Aquello era una verdadera  sequía por más de Edward y Bella. 

Por eso justamente, cuando Coka me pidió le mandara algo mío, me preocupé bastante y opté mejor por escribir sobre mi sueño con Robert y crucé los dedos, esperando no terminar con algo horrible y mal hecho.

Luego de las primeras publicaciones en Forks, las respuestas de aquellas que me comentaron me dejaron impactada. Piensen que para mi aquello empezó como una deliciosa travesura y jamás creí que hacerlo tuviese mayor consecuencia. En la vida esperé que se pudiesen relacionar tanto con el fic y mucho menos, le tomaran semejante cariño a mi Nin y a su forma de ser. 

Creo que por ser como soy o por lo que viví durante mi embarazo y los primeros meses de maternidad, tuve una fuerte reacción cuando empecé a leer opiniones donde afirmaban que les gustaría tener la fuerza de carácter de ella o que quisieran haber podido actuar de un modo similar al de Nina en eventos importantes de sus vidas. Y la verdad, me cayó un balde de agua helada encima. 

Me empecé a sentir responsable. 

Juro que la totalidad de la trama de "Mi Secreto" se apegó completamente a lo que soñé. No le inventé nada sobre la marcha que no lo tuviese ya pensado desde el inicio del mismo. Incluso el asunto de la infidelidad fue algo que a mí se me ocurrió en ese sueño como el único motivo por el cual Robert dejaría a Kristen. Te consta, ¿verdad Coka?

Pero...Confieso que en el final de la trama, en la comparativa de los grandes amores de Nin, Imanol, Aaron y Robert; sí añadí algo para ustedes que no tuvo que ver con mi fantasía. Y fue tan obvio que resaltó, preocupando con ello a Coka, temiendo que aquello me hubiese pasado a mí en realidad.

El evento en cuestión fue inspirado en un incidente verdadero que sucedió en Septiembre del 2010, estando  yo en el primer trimestre de mi embarazo. 

Fue algo muy, muy triste.

Para qué entiendan un poco más sobre lo que voy a narrarles tengo que revelarles un par de cosas respecto a mi persona. Como el hecho de que he prácticamente toda mi vida he trabajado en empresas de esas elitistas y caras en mi ciudad. Donde el personal tiene que tener no sólo un buen perfil profesional, sino un físico agradable, adecuado para la imagen que ellos venden. Y planteo claramente esto tan incómodo, porque es relevante para éste artículo.

En mi último empleo laboré por una década continua. Lo cual me dio un cierto status para desenvolverme flexiblemente y para acoger y guiar a los nuevos miembros ocasionalmente. Y porque disfrutaba de ayudarles a entender el manejo de los procesos internos y con ello auxiliarles en su desenvolvimiento laboral.

Es de dos de ellos de los que les voy a hablar…

Mónica y Estaban eran una joven pareja que entró ofreciendo sus servicios a modo de  Freelance en mi empresa, que logró satisfacer tanto con sus resultados al área donde se desempeñaron, que para el segundo año de colaboración terminaron con contrato de planta. 

Imagínense cuán capaces eran que a pesar de su corta edad, ya que aún estaban en la universidad, que no sólo habían trabajado con nosotros; sino con el Gobierno del Estado en eventos culturales. Eran buenos en lo que hacían, ¿verdad?

Durante una capacitación laboral, me tocó convivir un poco más con Mónica. Platicando trivialmente con ella, me fui por el tema romántico que siempre da para conversación y le pregunté por su historia de amor con Esteban. Tal como lo había esperado, ella empezó a contarme sorprendentes detalles de su relación de mucho tiempo. Ambos se conocían desde la preparatoria, de cuando ella tenía sólo diecisiete y habían vivido situaciones bastante estresantes durante esos años. 

La anécdota suya que más me impresionó fue de cuando él se había enfermado de gravedad a causa de una bacteria altamente contagiosa y ella, a pesar de estar prohibidas las visitas al hospital, estuvo a su lado cuidándolo hasta que él mejoró. Y lógicamente, ella enfermó de lo mismo.

Al ser Mónica de talla menuda y delgada, fue severamente atacada por la infección. A un grado de debilidad tal por la flacura alcanzada, que sus músculos dejaron de responderle. Ella ya no podía caminar, ni sostener una cuchara para alimentarse. Llegó a pesar 40kg o menos y me contó que ella lloraba de desesperación al saberse tan impotente, sobre todo cuando su mamá la cargaba hasta la regadera para bañarla, como cuando era bebé.

Eventualmente se alivió y recuperó su vida y su arte, pero me dijo que experimentar algo así, los unió muchísimo. Supongo que se refería a comprender en carne propia el grado de desaliento que se sentían cada uno en su momento.

Jamás vi nada anormal en ellos, jamás Mónica me dio a entender que algo estuviera mal. A leguas se notaba que Esteban era un muchacho muy serio y parco, contrastante notoriamente con la personalidad más accesible de ella. Lo único que si acaso me llamó la atención fue que siendo ellos novios, él jamás la llamara por un nombre cariñoso, un diminutivo cálido que te da la confianza de años y del amor de pareja. Siempre era decirle secamente, “Mónica”.  Pensé que era cosa de él, algo de machismo quizá, porque era de esos hombres que son fanáticos de sus propios cuerpos. Pero no opiné más, ni lo acoté con nadie. Era cosa de ellos.

De Esteban les voy a decir también que era un tipo de mi estatura (1.80mts) y lleno de músculos. Tan obsesionado con su físico, que era de los que critican si comes algo que ellos no consideren saludable, ¡y vaya que si se lo hacía notar a Mónica si ella osaba romper ese riguroso régimen alimenticio! 

También voy a añadir que podía sentir como a él le molestaba reconocerme de igual tamaño. Y me fue obvio que era algo más allá de lo de siempre, que es que a mis amigos y conocidos les impresione mi físico. A Esteban le irritaba mi presencia. Pero a mí me daba igual. Estoy tan acostumbrada a eso que reboté su actitud muy lejos de mi mundo y por lo mismo, preferí darle más valor o poder a Mónica cuando tenía que relacionarme laboralmente con ellos. 

Quizá por eso no vi nada más tampoco.

El hecho es que cuando dejé mi trabajo a causa de un embarazo de alto riesgo, algo muy malo sucedió. Lo leí a medias en el periódico, no ubicaba bien los nombres, pero si descripciones y de repente sentí que se trataba de ella. Una compañera me lo confirmó en una llamada unos días después.

A Mónica la había matado su novio.

¿Por qué? 

Porque terminó con él.

Porque Esteban abusaba de ella.

Porque era violento y celoso. Inseguro.

Mónica finalmente había reunido la fuerza para dejarlo y como respuesta, él volvió una mañana de la semana siguiente a buscarla con una pistola y le disparó en plena calle, afuera de la casa paterna. El maldito le dio dos veces en el pecho y luego huyó. Corrió a subirse en un taxi que pasaba por ahí y desapareció para siempre, dejándola moribunda en el pavimento y a la vista de su familia.

Lo más triste es que Mónica le había escrito una carta a su mamá, que nunca le alcanzó a darle en persona. La encontraron después entre sus cosas. Ahí contaba la verdad sobre quién era Esteban, arguyendo que no tenía la capacidad de alejarse de alguien tan tóxico y pedía ayuda. Les decía a sus padres que los necesitaba para poder apartarse de él. 

¿Por qué no se las dio a tiempo? Sus instintos estaban en lo correcto.

Mónica, te extrañamos mucho. Eras una chica muy amable y linda. Sana y con un gran futuro. Ojalá las cosas hubieran sido distintas. Hoy lloré por ti, escuchando una canción que relacioné contigo y con el agobio que seguramente experimentabas, luchando por no desaparecer entre la opresión de alguien que te dominaba tanto y que tú ocultabas muy bien. 

La vida no es justa muchas veces y siempre están ocurriendo cosas que uno no puede entender o aceptar con resignación.

Aquí que… 

Sí. 

Les dije que un evento resaltaba. ¿Ya saben a cuál me refiero?

Mónica y Esteban no eran el estereotipo que se nos viene a la mente cuando sabemos de una historia de esa clase. Tendemos a pensar que eso les pasa a las chicas con poca cultura, provenientes de  hogares familiares en crisis, carentes de valores. Pero no. Eso sucede cuando a una la somete otra persona que está mal, emocional y mentalmente. Y lo peor, porque nosotras mismas se los permitimos. 

Nos gusta creer que el amor vence todo. Y que por amor a nosotras, la pareja va a intentar superarse, comprendiendo que nos está haciendo daño y luchará aún contra sí mismo con tal de no perdernos.

Error.

Eso muy rara vez sucede. De hecho, es muy raro un cambio así.

Hay que escuchar a nuestro sentido común cuando éste nos dice que estamos en peligro. Aún a manos de quien creemos nos ama y amamos desesperadamente en viceversa…

Por favor, he confiado en ustedes una historia muy triste, pero importante. Compártanla con quien así lo consideren, como guía para sus relaciones. Quizá puedan salvar a otra “Mónica”.

Allá en Forks, escribimos cuentos lindos, románticos, calentones, inocentes, tristes y hasta cómicos. Pero la vida real es la que cuenta. 

Quien te quiere de verdad, te respeta. No te esconde, lastima, ni te deja con una sensación de que algo anda mal.

Cuídense  mucho y como dijo un enamorado Edward una vez, “…Mantente a salvo…”.

Cariños: Sissy

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Para ti, M, “Pearl”. La chica en el video murió igual que tu. Su mejor amiga le hizo ese tributo esperando que otras salgan a tiempo. https://www.youtube.com/watch?v=_fINHHe-CFE
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*Los nombres de los involucrados fueron cambiados para proteger a las personas que sufrieron ésta gran pérdida.



2 comentarios:

  1. Gracias sissy por compartir con nosotras. lo único que me queda por comentar, es que hay que amarnos a nosotros mismos para poder amar a alguien mas, y si ese alguien te ama de verdad te ayudara a amarte cada días mas.

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    1. Es una historia muy triste, ¿verdad Cecy?

      Y tienes razón. Amarse a uno mismo parece tan esencial y básico, que es difícil comprender que a muchas personas no les enseñan a hacerlo.

      No sabría decirte si M caía en ése grupo, pero no me pareció fuese una chica débil o tonta. Y no creo que lo haya sido.
      Sólo que se equivocó al enamorarse de alguien con tantos problemas.

      Cualquiera que haya sido la razón para mantenerse al lado de ese tipo, ya no importa. Lo que vale es dar a conocer su historia, para ayudar a "alguien", que al escucharla de boca de una amiga, hermana, madre o tía; encuentre una luz que la guíe para hablar de su situación de abuso y salir, viva, de la misma.

      Cuídate mucho Cecy. Y gracias.

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